Ùltimo dìa de clases, la joven se acerca y me pide conversar, la escucho y me cuenta, que ya no estudia, que pasa todo el dìa sola en su casa y tiene trece años. Es parte de una familia de inmigrantes, cuyos padres se han separado, porque su madre descubriò la infidelidad de su padre, al finalizar una fiesta en su casa. Desde ese momento ella debiò hacerse cargo de su hermana pequeña de seis años, ya que su madre trabaja todo el dìa. Està triste, llora y no sè bien cómo ayudarla.
Nuestra educaciòn es obligatoria hasta los 18 años, todos los niños y niñas tienen derecho a una educación que no consiste únicamente en aprender a leer y escribir, sino que constituye la base del desarrollo personal.
A pesar de la importancia y el derecho a la educación, hay millones de niños en todo el mundo que no pueden acceder a ella o que por diversos motivos se alejan de las aulas.
En mi paìs, el mayor número de estudiantes desertores pertenece a los estratos más bajos de ingreso socioeconómico, como es el caso de esta niña, cuya madre necesita trabajar, su sueldo es bajo y no puede costear una niñera.
Conversè con un familiar que trabaja como asistente social, me dijo que: "debía informar de inmediato", pero què haces cuando te dicen ademàs que,ambas niñas seràn alejadas de su madre, porque por ley ambas hijas deben asistir a la escuela obligatoria?
Sally
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